No soy un coleccionista de tresmiles. Creo que ni siquiera soy montañero. Me gusta la montaña, los paisajes, los retos, perderme y encontrarme. He subido varias veces al Monte Perdido, una vez el Pico Añisclo (o Soum de Ramond), la Punta de las Olas y el Perdiguero. Y no llevo la cuenta de otras multiples cimas que no llegan a la cifra mágica de 3000 mts.
Grupo Cimas con el conductor y alcalde de Fanlo |
Por eso, cuando me entero que el grupo de montaña Cimas, formado por compañeros del Gobierno de Aragón tiene previsto subir el Cilindro de Marboré, no dudo en apuntarme. Soy conocedor de la dificultad que entraña esta cima, con una chimenea de 20 mts. de desnivel. Acudo al Dock 39 en Puerto Venecia a que me den unas clases de rapel y manejo de cuerdas pero no lo consigo.
El día 4 de julio, el autobús nos deja a las 6,30 de la mañana en Cuello Gordo e iniciamos la excursión hacia el Cilindro, que ya se aprecia en la foto.
Esta claro que tampoco soy modelo. Tengo mejores fotografias. Mi cámara con sus mas de dos kilos de peso es un sobreesfuerzo que no dudo en asumir. Arrojaría por la escupidera a todos los que hacen las fotos en estos lugares con el móvil a contraluz y luego tienen la osadía de compartirlas en las redes sociales.
La avanzadilla de la excursión, muy cerca de llegar al lago Helado, intercambiador de rutas y lugar de obligado descanso y reflexión
Desde el Lago Helado, bien mires al Este o al Oeste, a la izquierda o la derecha, la sensación es la misma: aún queda lo peor: interminables pedrizas a las que se añade la verticalidad extrema y unas zonas de nieve, que aún presentan peligro, a pesar de lo que unos días antes me aseguró una persona en las redes sociales que se podía subir en zapatillas y sin material técnico. Los crampones eran todavía necesarios
Iniciamos la subida, que es abandonada poco antes de llegar a la pala de nieve por varios que no tienen previsto subir al pico.
En el centro, encima del grupo de gente, la chimenea que tantos pensamientos me ha ocupado los últimos días. La foto está tomada desde el Pitón SW del Cililndro
Juan Diego echándose un pitillo, Adolfo ajustándose el arnés y yo, de espaldas, con el arnés ya colocado y la cámara en posición de ascenso.
Empiezan a subir los compañeros. Me aseguran el arnés me ofrecen su apoyo y recomendaciones. No veo difícil la subida. Pero otra cosa es la bajada. En el último momento decido que no subo, estoy seguro de que voy pasar un mal rato en la bajada y prefiero quedarme con las buenas sensaciones que he tenido a lo largo de la mañana. Me ofrezco a bajar con un compañero a quien le ha dado un corte de digestión, por el esfuerzo de la última subida, pero una vez recuperado decide iniciar la ascensión y soy el único que no sube al Pico de Marbore y sus 3.328 mts.
Sabor amargo de no hacer cumbre, pero también sabor de triunfo por ser yo mismo capaz de tomar una decisión en contra de mi deseo de subir, al precio que fuese.
Me conformo con subir al Piton SW (3.194 mts) en cuya cima me hago la siguiente foto
Aún no me he quitado el arnés, a pesar de que la decisión de no subir ya está tomada. |
El refugio de Góriz y el rincón de Soaso |
Panoramica desde el Piton SW |
Me resisto a quitarme el arnés |
Bajo al Lago Helado con la intención de juntarme con los que no subieron al collado del Cilindro, La pala helada me da más de un problema para bajarla: los crampones sí que son necesarios. No encuentro al grupo, me pongo las rodilleras, para acometer la bajada y me refresco un poco. Supongo que los encontraré en el refugio de Góriz, a donde voy bajando con mucha tranquilidad, ya que las rodillas en las bajadas me suelen molestar bastante.
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