El 12 de diciembre de 1930, el capitán
Fermín Galán se sublevó en compañía de un significado número de oficiales y
suboficiales de los diferentes acuartelamientos de Jaca.
Tras proclamar la República en Jaca y sofocar la
escasa resistencia ( 1 muerto y dos heridos) dar lectura al bando correspondiente,
los sublevados emprendieron en dos columnas, la marcha hacia Huesca.
Este es el bando que se leyó en Jaca.
Desde la Capitanía General de la V Región Militar, se organizó la contraofensiva militar gubernamental y colocó fuerzas en la lomas de Cillas, en las proximidades de Huesca, sorprendiendo a los oscenses por el volumen de piezas de artillería y por el número de soldados movilizados.
Amanecía cuando los sublevados de Jaca se aproximaban a las lomas de Cillas y divisaron la cantidad de fuerzas allí presentes. Tras un enfrentamiento con tres muertos y veinticinco heridos, se produjo la desbandada general de los sublevados y la captura de los cabecillas.
El domingo 14 de diciembre, un consejo de guerra sumarísimo condenaba a muerte a los capitanes Galán y García Hernandez. La aplicación de la sentencia fue inmediata. Otros oficiales fueron condenados a cadena perpetua en el mismo juicio.
Unos pocos meses después, el 14 de abril se produjo la proclamación de la II República Española, y con ella la consideración de mártires de la República para estos dos oficiales.
LA DECISION
El Gobierno de Aragón, a través de su Dirección General de Cultura y Patrimonio está decidida a considerar esta intentona de golpe de estado como Patrimonio Cultural de Aragón, para ello ha iniciado el procedimiento administrativo para la declaración como Bien de Interés Cultural de la hazaña bélica de los capitanes de Jaca, como se les ha venido conociendo, focalizando dicha declaración en sus tumbas, con la categoría de Sitio Histórico.
La lectura del bando pronunciado por Galán en el balcón del Ayuntamiento de Jaca deja claro el carácter violento y poco ciudadano del levantamiento, por ello considero que este intento de golpe de estado no puede ser un elemento representativo de la cultura aragonesa, como lo son los bienes de Interés Cultural, según la vigente Ley de Patrimonio Cultural.
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